El análisis DOFA del barrio San Pascual muestra tensiones propias de las ciudades latinoamericanas descritas por José Luis Romero (1976) y, al mismo tiempo, se enlaza con los debates contemporáneos sobre las “smart cities” planteados por Anthony Townsend (2014). San Pascual cuenta con fortalezas ligadas a su riqueza histórica y cultural, a un entorno residencial tranquilo y a la seguridad brindada por la presencia policial. Estas condiciones lo posicionan como un espacio con potencial de ser habitable y valorizado dentro de Cali. Sin embargo, como advierte Romero (1976), las ciudades de la región se construyen en medio de profundas contradicciones: a la par de sus atributos, el barrio enfrenta debilidades estructurales como la precariedad en algunos servicios básicos, la falta de accesibilidad vehicular y, sobre todo, una fuerte estigmatización social derivada de su cercanía con sectores conflictivos. Tales dinámicas confirman cómo los centros urbanos latinoamericanos son, en palabras de Romero, escenarios de disputas históricas entre integración y exclusión, donde los barrios se convierten en símbolos de esas fracturas.

 

Al mismo tiempo, el DOFA muestra oportunidades que responden a los procesos de transformación contemporáneos: proyectos como Ciudad Paraíso, la renovación del centro de Cali y la llegada de infraestructuras como el búnker de la Fiscalía podrían favorecer la cohesión social y la revitalización del territorio. Townsend (2014), desde su noción de smart cities, interpretaría estas oportunidades como la posibilidad de utilizar la innovación tecnológica, los datos y la participación ciudadana para construir una ciudad más eficiente e inclusiva. Sin embargo, también advierte que, si tales procesos no se gestionan con sensibilidad social, pueden terminar profundizando desigualdades. En el caso de San Pascual, la amenaza de la delincuencia en barrios aledaños y el riesgo asociado a la presencia del búnker de la fiscalía y la estación policial Fray Damián evidencian precisamente esa ambivalencia: la modernización puede traer seguridad y dinamismo, pero también generar nuevos miedos o reforzar la fragmentación urbana.

 

En suma, el DOFA de San Pascual refleja que el barrio se encuentra en una encrucijada. Romero (1976) ayuda a comprenderlo como producto de una historia urbana marcada por tensiones entre tradición y modernización, mientras que Townsend (2014) invita a pensar en cómo las promesas de la ciudad inteligente pueden impactar su futuro. El desafío consiste en que las oportunidades de renovación y tecnología no desplacen ni invisibilicen a la comunidad, sino que fortalezcan su identidad, mitiguen las debilidades y conviertan las amenazas en puntos de articulación hacia un modelo de ciudad más justo, habitable y humano.